La Semana Santa de Lorca es una de las más peculiares manifestaciones pasionales de nuestra Región. Sus desfiles bíblico pasionales son muy conocidos, aunque muchas veces nos quedamos en lo más visible, sin profundizar en otras cuestiones de interés para los aficionados a las manifestaciones cofrades.
Desde la modestia del “no lorquino” que ha tenido la suerte de conocer esta Semana Santa, me voy a atrever a contar al Foro algunos aspectos de la misma. No encontraréis el apasionamiento del que “vive” intensamente las procesiones de la "ciudad del Sol", si bien ello conlleva el contrapunto de una mayor objetividad en la exposición de las mismas.
Existen en Lorca seis Cofradías o ‘Pasos’, como allí se conocen. Identificados por los colores que visten sus mayordomos, todos (a excepción del Resucitado) participan en todas las procesiones, según el siguiente esquema.
Cada día preside la procesión una Cofradía. Un representante de la misma sale al principio portando la bandera “de la presidencia”. Tras éste, una representación del resto de ‘Pasos’, para cerrar aquel que preside la procesión. Podría parecer que la representación es algo meramente testimonial. Nada más lejos de la realidad. Uno puede participar en la procesión de otro con más número de participantes –humanos y equinos- que en la propia.
Hay procesiones el Viernes de Dolores, Sábado de Pasión, Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
Los ‘Pasos’ Lorquinos son los siguientes (por orden alfabético):
- Paso Azul (Hermandad de Labradores).
- Paso Blanco (Muy Ilustre Cabildo de Nuestra Señora la Virgen de la Amargura en la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario).
- Paso Encarnado (Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre)
- Paso Morado (Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón).
- Paso Negro (Hermandad de la Curia)
- Archicofradía de Jesús Resucitado
EL CONCEPTO LORQUINO DE PROCESIÓN
Aunque estamos acostumbrados a la imagen lorquina de caballos ricamente engalanados, como sus jinetes, que marchan por la Avenida de Juan Carlos I, no todas las procesiones lorquinas tienen esta tipo de participación.
El concepto lorquino pasa por representar, antes del cortejo religioso, los momentos más destacados de la Historia del Cristianismo, lo que incluye una profusión de escenas del Antiguo Testamento o de Simbología cristiana. Para ello emplean bordados, bien en los mantos de las personas que encarnan distintos personajes, bien en otros soportes. Estos personajes bíblicos –que no solo salen en Lorca- adquieren aquí un especial enfoque, por su profusión, por la importancia del mensaje teológico que quieren transmitir, y sobre todo por la espectacularidad de su puesta en escena, muchos de ellos a caballo o en carros tirados por éstos. Incluso, en algunos cortejos, se incorporan impresionantes carrozas sobre las que se sitúan personajes. Además no solo se representa “ a los buenos”, sino que también se encarna a personajes que han perseguido a los cristianos a lo largo de la Historia.
La procesión se forma en las calles adyacentes a la Avenida de Juan Carlos I, pero es en esta arteria donde transcurre el cortejo. Para ello se han colocado gradas a ambos lados y se ha cubierto la calzada con tierra (para facilitar el paso de los caballos). Se sitúan potentes focos en las farolas y se respira un gran ambiente, derivado del que se ha vivido una hora antes en la recogida de las banderas, que las bandas de música (normalmente vestidas de romanos) de blancos y azules hacen en domicilios de mayordomos de sus pasos, situados en el casco antiguo lorquino acompañados de cientos de personas a los sones de los himnos de ambos pasos (el Tres para los blancos, las Caretas para los azules).
Claro que esto no corresponde a todos los días, tan solo a cuatro: Viernes de Dolores, Domingo de Ramos, Jueves Santo y Viernes Santo.
En la imagen, el Rey Salomón, sobre un carro. Todos los detalles del manto (obsérvense los personajes que lo rodean) están bordados en seda.
LA SERENATA A LA VIRGEN DE LOS DOLORES
El primer acto puramente cofrade, llega cada año en la víspera del Viernes de Dolores. A última hora de la noche se van concentrando cientos de lorquinos ‘azules’ en la puerta de la Iglesia de San Francisco.
Allí, entre vítores de todo tipo, una algarabía humana se dispone a felicitar, cuando el reloj marque la medianoche y comience Su Festividad, a la Titular del Paso, la Santísima Virgen de los Dolores.
Se forman torres humanas (al modo de los catalanes ‘castellets’) donde, armados tan solo con un pañuelo azul, los asistentes vitorean a la “Dolorica”, a la “Dolorosa”, “a la más hermosa”.
Los músicos ‘azules’ de la Banda de Música Municipal (convenientemente dividida en los días de Semana Santa) forman junto a la puerta de San Francisco, interpretando, entre la explosión de júbilo de los presentes, el himno de la Hermandad de Labradores - Paso Azul, “Las Caretas”.
Finalmente, ya entrados en los primeros minutos del Viernes de Dolores, se abre la puerta de San Francisco, Lorca enmudece, y asoma, en medio de un respetuoso silencio, el trono de la Virgen de los Dolores (José Capuz Mamano, 1942). Una vez en la calle, el trono se detiene y los asistentes, en un delirio dificil de expresar con palabras vitorean a su Virgen.
Unos minutos después, el trono vuelve a entrar en San Francisco, y los azules, que aún continuarán durante un rato en la calle, se disponen a descansar para su gran día: el Viernes de Dolores.
VIERNES DE DOLORES
Tras celebrar por la mañana la Misa Solemne en honor a la Virgen de los Dolores y las continuas visitas y ofrendas florales a la Madre de los Azules, por la tarde se organiza la procesión que preside el Paso Azul.
Tras la bandera de la Presidencia, representaciones de los pasos negro, encarnado, blanco y morado. Como anécdota, citar que nunca van juntos los pasos blanco y azul, sino que se sitúa otro Paso por en medio.
La representación del Paso Negro suele estar compuesta por su estandarte. Los morados y encarnados mandan sus escuadras, vestidas a la usanza romana.
En cuanto a los Pasos Blanco y Azul es difícil determinar qué sacarán cada año, pues la representación de mantos, carros y caballos se mantiene en secreto hasta última hora, y puede variar de un año a otro en su casi totalidad. En todo caso, en la Procesión del Viernes Santo daré cuenta de los distintos componentes de cada Paso.
Tras finalizar el cortejo bíblico de los azules, un numeroso grupo de mujeres vestidas de luto y con mantilla española preceden a los nazarenos de la Virgen de los Dolores, que representan, en sus túnicas profusamente bordadas los Siete Dolores de la Virgen.
Cierra el cortejo la imagen de la Virgen de los Dolores, bajo palio, que luce el precioso manto bordado por Francisco Cayuela, de tal preciosismo y detalle que no es de extrañar que su autor enloqueciera en su realización (y no es un eufemismo). Representa la Santa Faz y diversos atributos de la Pasión.
Tras Ella escolta a caballo de los Cuatro Evangelistas y el Arcángel San Gabriel. La llamada Caballería de la Redención.
Bandera del Paso Azul
El Estandarte "El Reflejo", de la Virgen de los Dolores en una perspectiva general y en detalle. Como curiosidad, las caras de los ángeles se dice que son las de las bordadoras que lo realizaron.
Los nazarenos con los Siete Dolores de la Virgen. Conviene recordar que no son pinturas, sino bordados lo que estáis viendo.
La imagen de la Virgen en su trono.
Y cerrando el cortejo, la escolta a la Virgen. En la foto los caballos de los Cuatro Evangelistas.
La Virgen de los Dolores que aparece en el estandarte de El Reflejo es la anterior titular, desaparecida (que no destruida) durante la guerra civil. Era obra de Manuel Martínez Mula.
Ahora que no nos oye (lee) ningún lorquino, os contaré algo al respecto de esta bellísima imagen que realizara el simpar Don José Capuz. Los azules le situaron un cojín bajo la talla en el trono y dijeron que está de rodillas; la verdad es que simplemente es una imagen más bajita de lo habitual, como solía hacer Capuz, y de ahí lo del cojín. Anécdota que, por otra parte, no le resta un ápice de belleza, grandeza y majestad.
También debe tenerse en cuenta que la antigua Virgen de los Dolores iba arrodillada frente a una cruz.
SÁBADO DE PASIÓN
La noche del Sábado de Pasión, Lorca viste de Semana Santa su casco antiguo, las calles más estrechas y empinadas del entorno de la Colegiata de San Patricio sustituyen el bullicio de la Avenida en la noche del Paso Negro.
Aunque presidirá también la Procesión del Domingo de Ramos (que pese a ello, es una procesión 'blanca' por excelencia) esta noche tendremos una oportunidad única de ver los preciosos bordados de los estandartes lorquinos en las representaciones del resto de Pasos sin tanta luz y a una corta distancia.
La Procesión de la Curia (*) se compone de las representaciones de los Pasos lorquinos con estandarte y algún grupo de nazarenos, el estandarte del Paso Negro y, cerrando el cortejo, la imagen de la Virgen de la Soledad (José Sánchez Lozano), en unas sencillas andas llevadas por miembros del Colegio de Abogados lorquino, que visten traje oscuro. No luce su manto bordado, que se reserva para la noche del Domingo de Ramos, sino un sencillo y recogido manto negro.
PASO NEGRO (Hermandad de la Curia).
Los orígenes de la actual hermandad de la Curia se encuentran en el antecedente de la cofradía fundada en 1725 bajo el nombre y la advocación de Ntra. Sra. De los Dolores en el Paso del Prendimiento, que llegó a tener procesión propia el Miércoles Santo y en 1874 fue reorganizada por el Colegio de Abogados y Procuradores.
Cuando en 1940 vuelven a salir las procesiones, la Hermandad de la Curia ya había abandonado la presidencia de la desaparecida procesión del Miércoles Santo desde 1932, y entonces ocupó el puesto de los "negros servitas", cofradía que tenía por titular, como la de Murcia, a la Virgen de las Angustias de San Mateo, obra de Salzillo, que presidía antes de la Guerra Civil la procesión del Domingo de Ramos y que no se volvió a reorganizar.
Dado que también habían desaparecido las Imágenes de sus Titulares en la destrucción de los primeros meses de contienda civil, la Hermandad de la Curia se puso bajo la nueva advocación de la Stma. Virgen de la Soledad, venerada en la Piadosa Imagen esculpida por José Sánchez Lozano.
En 1950, Emiliano Rojo dirigió el bordado de su único estandarte y poco después fue Joaquín Ruíz quien asumió la dirección artística del manto de la Soledad, que sólo puede ser contemplado en la tarde del Domingo de Ramos.
En el año 1977, la Hermandad de la Curia (Paso Negro) trasladó su sede desde San Mateo a San Patricio, y desde allí parte la nueva "Procesión de la Soledad", que sale el Sábado de Pasión a las 21'30 horas para recorrer en unas sencilla andas las calles más señeras del casco antiguo y monumental de Lorca.
También preside, como ya se ha dicho, la procesión de la tarde del Domingo de Ramos, a la que asiste la numerosísima representación del Paso Blanco conocida como "El Pueblo Hebreo" y el paso de San Juan, obra inspirada en el salzillesco y atribuida a Castillo Lastrucci.
DOMINGO DE RAMOS
Aunque presidida por la Hermandad de La Curia (Paso Negro), la procesión del Domingo de Ramos es eminentemente la del Pueblo Hebreo, la del Paso Blanco.
Durante la tarde, mientras las escuadras y bandas de blancos y azules recogen sus banderas, Lorca se llena de jóvenes y menos jóvenes que lucen túnicas y visten a la usanza hebrea. Miles de personas se congregan en el entorno de la Avenida de Juan Carlos I a la espera del inicio del cortejo.
Tras la representación morada, con su característica escuadra infantil, una amplísima representación encarnada (ojito a blancos y azules con el crecimiento del Paso Encarnado y de la profusión cada vez mayor de pañuelos de este color. Como les de por sacar caballos algún día,... no digo nada).
Los azules sacan una buena muestra de sus galas humanas y equinas.
Y la explosión blanca. Escuadra, caballos y miles de hebreos que pueblan la Avenida, entre los cuales, sobre un pollino, un grupo de personas representan entre palmas la Entrada de Jesús en Jerusalén. Como se ve, en Lorca no es un trono con 'la burrica' como en el resto de la Región, sino una representación de carne y hueso.
Tras las bandas de música blancas que tocan incensatemente el Tres, el Himno del Pueblo Hebreo y la pieza tradicional "Tres Veces Guapa" (que a fuerza de gritarselo a la Virgen de la Amargura han convertido en un himno más de los blancos), viene el cortejo religioso.
Los blancos llevan la imagen de San Juan, portado a hombros por hombres y mujeres.
Cierra el cortejo la imagen de la Soledad del Paso Negro, en su trono grande (a ruedas) y luciendo un bello manto bordado.
ARCHICOFRADÍA DE CRISTO RESUCITADO
Las primeras referencias históricas de la Archicofradía, como hermandad pasionaria consagrada al culto y proclamación del Misterio de la Resurrección de Nuestro Señor, y a la celebración de la Pascua, "fiesta de las fiestas", se remontan a los inicios del s. XVII, cuando hacia 1601 aparece ya erigida con bula apostólica en la Iglesia de Santa María de la ciudad de Lorca.
Tras diversos periodos de esplendor y decadencia, en 1764 fue restablecida con nuevas constituciones aprobadas por el Tribunal de Causas Pías, y en 1789 recibe por parte del párroco de Santa María, don José Fermín Mancebo, un nuevo impulso encaminado "... a tributar a Dios el debido culto, bajo los Misterios en que se hallaba fundada la Archicofradía".
Los años del cambio de siglo marcarán un hito decisivo en la historia de la Archicofradía, cuando en 1801 sale por primera vez en procesión la Muy Venerada y Milagrosa Imagen de Nuestro Señor Jesús Resucitado, obra imperecedera del insigne escultor imaginero D. Roque López (1747-1811). Recibe popularmente el nombre de "El Palero", por haber estado su capilla en Santa María junto a unas palas o "chumberas", lo cual sirvió, aparte de la propia posición de la figura, puño izquierdo en alto para sostener el estandarte, para salvarlo de la destrucción en los tristes sucesos de julio y agosto de 1936.
La Sagrada Imagen de María Santísima de la Encarnación y Asunción es obra de José Jerique Chús en 1941.
Arruinada la Iglesia de Santa María, en la zona alta de la ciudad, tiene su sede en la actualidad en la ex colegiata de San Patricio.
El Sábado Santo se traslada la imagen de la Virgen de la Encarnación hasta la antigua sede de Santa María, donde permanece toda la noche, y en la mañana de Pascua sale camino de San Patricio para encontrarse con su Hijo Resucitado y compatir con Él la triunfal y alegre procesión.
Aproximación a la Semana Santa de Lorca
1ª parte
foro: Semana Santa de Murcia
Escrito por Ventimiglia
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